Cuba está llena de personas muy valientes que han llegado a hacer heroicidades. Siempre se ha hablado mucho del valor, pero casi nunca de nuestros miedos.
En nuestra isla, la mayoría vive el día a día cómo enfrentando una amenaza, en un estado de constante alerta, con miedo de todos y a todo, como si “El gran hermano los estuviera viendo en cada acción” . Vivir aquí, es como practicar un deporte de alto riesgo todo el año, hay que jugársela al pegao’ para sobrevivir…
Nuestros miedos pueden ir desde los más simples a los más complejos:
Miedo a que con los apagones de 12 horas todos los días, se te rompan los equipos que tanto te costaron conseguir, a que se te echen a perder los pocos alimentos que tienes, a que tu bebé mañana contraiga Dengue porque sabes que es casi inevitable que lo piquen los mosquitos.
Miedo a que el dólar suba y pierdas dinero, miedo a que baje y pierdas también.
Miedo a que no te dejen entrar a Cuba, miedo a que no te dejen salir.
Miedo a que tu hijo o tu amigo digan algo “que no deberían decir”
Miedo a fracasar, a estar solo, a decir no, a invertir dinero, a ser diferente, a denunciar una injusticia, a tomar la iniciativa, miedo a volverlo a intentar, a salir del rebaño, a las consecuencias, a dar un like , miedo a dar la cara con un perfil verdadero para defender “lo que crees” y hasta miedo a reclamar un derecho.
Miedo a levantar la mano y estar en contra de algo por lo que se está votando, con lo que no estás de acuerdo, pero tienes pánico a ser el que rompe la falsa unanimidad.
Miedo a perder un trabajo o un cargo que te da ciertos beneficios aunque la mayoría son pan para hoy y hambre para mañana.
Pero el mayor de todos los miedos que experimenta el cubano, el más compartido, es el miedo al futuro que se avizora . Ese miedo es tan poderoso que ha movido a personas a hacer cosas que jamás soñaron que harían… Miles de cubanos han vendido absolutamente todo, con el riesgo de quedarse sin nada, para cruzar con mucho miedo selvas, mares llenos de tiburones y ríos para llegar a un país, del cual nos metieron miedo toda la vida y empezar desde cero sin los suyos.
Romper el ciclo del miedo es bien difícil. Nuestros padres fueron programados para sentirlo y nos lo inocularon desde la más temprana infancia. Pero si quieres alcanzar tus sueños tienes que sobreponerte a todo eso, para vencer el miedo necesitas atravesarlo y créeme, cuando lo hagas te vas ir dando cuenta que era tu mente la que lo magnificaba todo y que del otro lado del miedo está la vida verdadera, no la que estás llevando.
Yo tengo muchísimos miedos, la lista es larguísima. Pero el más grande de todos es llegar a la vejez y sentado en un balance, ponerme a pensar que fue de mi vida, mirar a mi alrededor y preguntarme qué logré y darme cuenta de cuán diferente hubiera sido todo si desde hoy, empezara a superar mis miedos.
“ Hazlo! Y si te da miedo, hazlo con miedo.”
Posteado en mi perfil de Facebook el (29/08/2022)